IMPOSIBLE CONTINUAR SIN RENOVARNOS (los nuevos retos de la abogacía)
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IMPOSIBLE CONTINUAR SIN RENOVARNOS (los nuevos retos de la abogacía)
Que los cambios son una dinámica constante en la naturaleza es una conclusión a la que al poeta Heraclito de Efeso ya le mereció la inmortalidad hace más de 25 siglos. Sin embargo y a pesar de que la historia esté repleta de ejemplos de la capacidad humana para adaptarse a sus nuevas circunstancias, al filosofo le hubiese costado imaginar la gran velocidad a la que estamos avanzando.
A medida que la tormenta “Sars Cov 2” se disipa, parece el momento de hacer balance, sin que nuestro papel protagonista haga posible desprendernos de las connotaciones del drama humano y social al que nos venimos enfrentando, si estamos en disposición de comprender el alcance de sus consecuencias más inmediatas.
En este contexto la abogacía está viviendo una autentica revolución especialmente en la prestación de servicios de asesoramiento, en la gestión de asuntos y de equipos humanos.
La figura del despacho oficina- tradicional con cobertura “local” que parecía casi inamovible, se ha visto alterada por las nuevas prácticas de distanciamiento y la implantación de las reuniones por video conferencia que han revelado las bondades del ahorro en tiempos, traslados, oficinas y personal.
En nuestro caso, como asesores jurídicos en materia de transporte y comercio internacional, además de apostar por la promoción y prestación digital de servicios, hemos tenido que asumir las nuevas condiciones y necesidades del mercado, condicionadas por un dramático y generalizado aumento de los precios del transporte y una falta de espacios de carga.,
El precio de los fletes marítimos llego a alcanzar subidas del 140% respecto a 2019, lo que ha supuesto un amento de los costes operativos de las empresas, y está derivando en un proceso inflacionista que acabará asumiendo el bolsillo del “consumidor edio” como usted y como yo
.
Este aumento de costes no es ni mucho menos casual sino que tiene como principales causas:
1ª. Paralización de las flotas para instalación de “scrubbers” requeridos para dar cumplimiento ala normativa IMO 2000 ( 30% flota mundial).
2ª. Aplicación de las clausulas “Black sailings” insertas en los Conocimientos de Embarque ( Bl ´s), en virtud de las que el transportista efectivo podrá variar su ruta y fecha de arribada, sin penalización de ningún tipo.
3ª. Falta de contenedores potenciada por el aumento de las rutas Asia y EEUA así como, un aumento de la demanda de servicios favorecida por el impulso de las compras digitales.
4ª.Paralizaciones de infraestructuras y detenciones en aduanas.
5. Brexit( U.K. genera el 8% de las exportaciones españolas).
Esta situación ha supuesto un incremento de nuestras intervenciones en reclamaciones por demoras e incumplimientos en la entrega, un aumento de los asesoramientos intervenciones para la resolución de incidentes- expedientes aduaneros, y una mayor contratación de servicios relacionados en el análisis de riesgos y la preparación contractual.
Todo ello supone una oportunidad de proyectar nuestra profesión hacia la digitalización, en aprovechamiento de las facilidades idiomáticas, apostar por la externalización- internacionalización y reducir costes en oficinas y despachos.
La afirmación de nuestro presocrático predilecto, “nada en este mundo es constante excepto el cambio y el devenir” nos recuerda que deberemos adaptarnos a las nuevas circunstancias para sobrevivir, ganarnos la vida de una forma digna y especialmente, cumplir nuestro principal cometido como abogados; aportar valor, seguridad y bienestar a la sociedad.